Juan Luis Guerra hace bailar al Movistar Arena con sabor a Caribe y una sorpresa de lujo

El Movistar Arena se transformó el pasado martes en una playa caribeña de ritmo, emoción y alegría con el regreso triunfal de Juan Luis Guerra a los escenarios españoles. En el marco de su gira 440 España julio/2025, el legendario artista dominicano ofreció un concierto impecable, de casi dos horas, en el que repasó sus grandes éxitos, presentó novedades visuales y sorprendió con una colaboración que desató la euforia del público.

Desde los primeros acordes de “Rosalía”, que sirvió como intro acompañada de efectos especiales, Guerra dejó claro que la noche sería una fiesta para los sentidos. Le siguió “La travesía”, y ya en el tercer tema, “La llave de mi corazón”, el público estaba completamente entregado, coreando y bailando con la energía que caracteriza al artista.

Uno de los momentos más destacados llegó con “El Niágara en bicicleta”, que incluyó un estallido de confeti, y más adelante un medley de bachatas que nos recordó por qué Juan Luis Guerra es el alma romántica del Caribe. 

A lo largo del show, Juan Luis Guerra no solo demostró su dominio musical, sino también su calidez humana. Acompañado de su banda, les dio como siempre gran protagonismo dentro del espectáculo, ya que la presentación de los integrantes de la misma fue uno de los momentos más aclamados de la noche. También se tomó el tiempo de agradecer al público madrileño, que llenó el recinto con más de 15,000 personas.

Pero la gran sorpresa de la noche llegó en los bises, cuando tras interpretar “A pedir su mano”, el artista anunció a un invitado especial. El escenario se iluminó con aplausos cuando apareció Alejandro Sanz, con quien interpretó una versión emotiva y única de “Bachata Rosa”. Fue un momento mágico, con dos iconos de la música latina compartiendo complicidad, talento y gratitud.

El cierre no pudo ser más apoteósico: “La Bilirrubina”, himno indiscutible de su repertorio, hizo temblar el Movistar Arena al ritmo del merengue, mientras el público saltaba, bailaba y cantaba hasta el último segundo.

Juan Luis Guerra logró algo más que dar un concierto: nos transportó directamente al entorno de su famoso show Entre Mar y Palmeras, con una puesta en escena cuidada, efectos especiales, pirotecnia y luces perfectamente sincronizadas. Fue una velada inolvidable, que demostró que su música no conoce de modas ni fronteras. Sigue siendo, sin lugar a duda, el poeta del trópico. 

A continuación os dejamos la galería del concierto.