Malú: Reina del WiZink y 25 años de éxitos

«Me han dicho que, con este, son 14.» Con esas palabras, Malú, emocionada y orgullosa, daba cuenta de un récord histórico durante su concierto del 18 de diciembre en el WiZink Center de Madrid. Catorce visitas al icónico recinto madrileño, todas con entradas agotadas, algo que ninguna otra artista, nacional o internacional, ha logrado. El antiguo Palacio de los Deportes vibró al ritmo de una noche que no solo celebraba 25 años de carrera, sino también el estrecho vínculo entre la cantante y sus fieles seguidores.

La ocasión no podía ser más especial: la clausura de su gira A Todo Sí, que conmemoró la carrera de una de las voces más potentes y queridas de España. 

Inicio nostálgico 

Durante dos años, esta gira la ha llevado por toda España, pero la parada final en Madrid tenía un carácter especial.  

El show arrancó con Aprendiz, el tema que, con solo 16 años, marcó el inicio de su carrera. Esta nueva versión renovada fue el preludio de un recorrido casi cronológico por sus éxitos, desde Sin ti todo anda mal hasta Toda. Cada canción fue una pieza más del rompecabezas que ha construido su legado musical, mostrando no solo su impresionante voz, sino también la evolución de una artista que domina el escenario como pocos. 

Con más de dos horas y media de duración, Malú demostró por qué sigue siendo un “animal escénico”. Su voz, potente, brilló en cada interpretación, desde clásicos como Duele hasta éxitos más recientes como Invisible y Ausente. 

Invitados de lujo

La noche estuvo llena de sorpresas, comenzando con la aparición de Antonio Orozco para interpretar juntos el inolvidable Devuélveme la vida. Le siguieron otros grandes amigos de la cantante, como Luis Fonsi con Ahora tú, Pablo López con una emotiva versión de Ángel caído, e Israel Fernández, que aportó un toque flamenco con Oye. 

Pero el momento más esperado llegó con Vanesa Martín. La complicidad entre ambas artistas iluminó el escenario mientras interpretaron Ni un segundo, arrancando una de las ovaciones más intensas de la velada. 

Una noche para el recuerdo

El WiZink Center vivió momentos de pura emoción, como cuando el recinto se llenó de globos rojos, blancos y negros durante Blanco y negro.  

La artista no solo celebró sus 25 años de carrera, sino que también agradeció a su público por darle la oportunidad de volver a subirse a un escenario tras momentos difíciles en su vida personal y profesional. «Madrid, siempre me das, siempre estás», dijo entre lágrimas al interpretar Ausente, en uno de los momentos más conmovedores de la noche. Tras este momento, la noche cerró con un medley energético que recordó por qué Malú es una de las artistas más icónicas de España. 

Un legado eterno

Entre lágrimas, la cantante se despidió con una promesa: volver. Aunque no sabe cuándo, su público estará ahí, esperándola. En una noche mágica, Malú selló su legado como la gran reina del WiZink y demostró que, tras 25 años, su conexión con el público sigue siendo tan fuerte como su voz. 

El final de un ciclo, pero el inicio de otro que sus fans esperan con ansias.