Icíar Bollaín : «‘Soy Nevenka’ no solo es una historia sobre una mujer, sino sobre cómo el abuso sigue siendo un problema global»

Icíar Bollaín : «‘Soy Nevenka’ no solo es una historia sobre una mujer, sino sobre cómo el abuso sigue siendo un problema global»

29 de diciembre de 2024 Desactivado Por Ana García Mellado

No es algo nuevo que Icíar Bollaín aborde en sus películas temas de maltrato y violencia de género. Ya lo hizo en 2004 con Te doy mis ojos, una obra que obtuvo en su momento el Goya a Mejor Guion Original y a Mejor Dirección. Ahora, Icíar Bollaín con Soy Nevenka, vuelve a explorar estas problemáticas desde una perspectiva contemporánea y profundamente humana.

Icíar Bollaín Soy Nevenka

La película narra el caso de Nevenka Fernández, la primera mujer en España en denunciar públicamente un caso de acoso sexual por parte de un superior político. Esta obra, que traspasa las pantallas de España para llegar a otros países, ha generado un profundo impacto entre los espectadores, y su directora comparte los retos y reflexiones que surgieron durante su creación.

Zamora como escenario y la falta de respuesta de Ponferrada

Durante la entrevista, Bollaín reflexiona sobre el papel de las localizaciones en sus proyectos. Destaca el caso de Zamora, una ciudad con un casco histórico espectacular, pero que, según la directora, «se siente un poco olvidada» frente a otras como León o Salamanca. «Es una ciudad alucinante de bonita, con un casco histórico espectacular, pero que está ahí un poco olvidada», explica. Subraya que, a pesar de esta percepción, Zamora «vale la pena para rodar y para todo».

Además, añade: «A mí nunca me han dejado de contestar una solicitud para rodar. Normalmente te responden: sí, no, o sí con estas condiciones. Pero siempre te contestan», esta afirmación contrasta con su experiencia con Ponferrada, la ciudad donde ocurrieron los hechos que Soy Nevenka retrata. A pesar de que fue el lugar clave en la historia, por alguna razón no fue posible rodar en esa ciudad.

El reto para Icíar Bollaín de narrar el acoso en Soy Nevenka

Icíar Bollaín confiesa que uno de los mayores desafíos fue plasmar la parálisis de la víctima en pantalla. «La gran pregunta es por qué no se fue. Eso es lo que también le pregunta el fiscal, y lo que en el fondo todos nos preguntamos», señala. Representar este estado de confusión fue complejo, ya que el acoso, según la directora, «es una cosa muy repetitiva. Precisamente por eso acaba destruyendo psicológicamente, porque es como una gota malaya que va cayendo».

Desde el guion, el equipo trabajó para construir una narrativa visual que reflejara este crescendo emocional. «En la realidad, el acoso a veces no es un crescendo, va hacia adelante y hacia atrás: ahora soy simpático, ahora no, otra vez soy simpático. Eso hace que la víctima esté en el desconcierto. Pero en el cine, la repetición puede ser problemática, porque el espectador piensa: ya me lo has contado, no vuelvas a contármelo. Tuvimos que encontrar la manera de construirlo de forma que el espectador llegara a entender perfectamente por qué no se va», explica Bollaín.

El momento clave, cuenta la directora, fue construir la historia para que, al llegar a la escena en que Nevenka permanece en la cama del hotel, «el espectador no piense ‘¿por qué no te vas?’, sino que lo sienta como ella, abarrotado, atrapado». Para Bollaín, lograr este efecto fue «el mayor reto».

La interpretación de Mireia Oriol como Nevenka Fernández

En Soy Nevenka, la actriz Mireia Oriol interpreta a la protagonista con una actuación que Icíar Bollaín describe como «valiente y profundamente emotiva». Para los espectadores, Oriol logra que nos adentremos en la piel de Nevenka, permitiendo que la angustia y la ansiedad del personaje nos invadan, dejando una sensación de necesidad urgente de cambio. Bollaín destacó la habilidad de Mireia para transmitir la complejidad de un personaje atrapado entre el miedo y la resistencia. «Es un papel complicado porque requiere mostrar una vulnerabilidad extrema sin perder la dignidad, y Mireia lo logró de manera magistral», comenta la directora.

Icíar Bollaín: «Desgraciadamente, Soy Nevenka es una historia que resuena en todas partes»

La recepción de la película Soy Nevenka ha sido emocionante para Icíar Bollaín. «He estado en muchos coloquios tanto en España como en Francia y he visto el impacto en la gente. No es algo que puedas disimular. Lo ves en sus rostros», afirma. Sobre el estreno en Francia, donde la película llegó con más de 200 copias, comenta: «Es una barbaridad para estrenar en otro país, y va muy bien. Hemos tenido muy buenas críticas». La universalidad de la historia, asegura, es lo que hace que resuene en tantas partes: «Desgraciadamente, es una historia que resuena en todas partes».

Icíar Bollaín en Soy Nevenka retrata cómo el abuso sexual y la violencia de género son problemas globales

Icíar Bollaín enfatiza que la película no solo es una historia sobre Nevenka, sino un retrato de cómo el abuso sexual y la violencia de género siguen siendo problemas globales. «La pregunta del fiscal, ‘¿por qué no te fuiste?’, encapsula mucho de lo que todavía enfrentan las víctimas hoy», señala.

La directora quiso que la obra generara empatía y una comprensión más profunda del impacto psicológico del acoso: «Espero que esta película no solo conmueva, sino que también contribuya a un cambio de perspectiva sobre cómo se percibe y se trata a las víctimas».

El poder de los medios y la importancia de la visibilidad en la lucha contra el acoso

Uno de los puntos claves que destaca Bollaín es el poder que tienen los medios de comunicación en la lucha contra el acoso. «Los medios tienen una responsabilidad enorme – continúa – tienen el poder de hacer visible lo invisible, de dar espacio a las historias de las víctimas y de transformar la narrativa en torno al acoso y la violencia». La directora destaca la necesidad de que los medios actúen como agentes de cambio, para sensibilizar y movilizar a la sociedad a favor de una perspectiva más comprensiva y justa hacia las víctimas. «Es crucial que las historias de personas como Nevenka sean contadas, y los medios tienen el poder de darles la visibilidad que merecen», concluye.

El ansiado artículo de Nevenka Fernández

Bollaín tuvo la oportunidad de conocer a Nevenka Fernández en persona y de darle la posibilidad de formar parte del guion, enfocándose en las escenas más relevantes de su historia. La directora destaca que esta experiencia fue profundamente significativa y que la lucha de Nevenka sigue marcando tanto su trabajo como su vida. «He estado en contacto con Nevenka, y ahora ella está escribiendo un texto sobre cómo superó todo esto. Estoy muy emocionada con que probablemente lo publique», confiesa Bollaín, subrayando la importancia de seguir visibilizando la lucha de Nevenka y otras víctimas de acoso. Esta conexión personal con Nevenka añade una capa aún más emocional al trabajo de Bollaín, quien se siente orgullosa de haber podido dar voz a su historia a través de la película.

La evolución de un proyecto cargado de significado

Icíar Bollaín también reflexiona sobre la trayectoria del proyecto desde su presentación inicial hasta convertirse en una obra que conecta con audiencias internacionales. Recordó los primeros pasos en enero durante una rueda de prensa en Madrid y cómo ha crecido desde entonces. «Es muy bonito ver cómo tanta gente está empatizando con Nevenka», comparte. Lo que más satisfacción le genera no son tanto las críticas o los premios, sino el impacto personal en los espectadores. «Tú sabes cuando la película ha tocado, ha hecho efecto. Lo ves, lo lees en la cara de la gente, y lo he visto en muchas proyecciones», asegura.

Para Icíar Bollaín, el cine es más que entretenimiento: es una herramienta para generar reflexión y transformación social. «Espero que esta película no solo conmueva, sino que también contribuya a un cambio de perspectiva sobre cómo se percibe y se trata a las víctimas», subraya.

El impacto global de la película: casos como el de Gisèle Pélicot y otras denuncias recientes

Soy Nevenka no solo ha tenido una repercusión en España, sino que ha abierto un espacio de conversación global sobre el acoso y la violencia de género. En la actualidad, casos como el de Gisèle Pélicot muestran que la lucha contra el acoso sigue vigente. «Estos casos, como el de Gisèle Pélicot, nos recuerdan que el camino hacia la justicia aún está lleno de obstáculos, y es necesario seguir visibilizando las historias de quienes se atreven a hablar», finaliza Bollaín.

Con cuatro nominaciones a los Premios Goya, como Mejor Guion Adaptado para Bollaín y Mejor Dirección de Fotografía para Gris Jordana, Soy Nevenka no solo reafirma el talento de su equipo, sino también el poder del cine para iluminar problemáticas universales como el acoso sexual.