Crítica de La Abuela: nadie quiere hacerse viejo

Crítica de La Abuela: nadie quiere hacerse viejo

15 de febrero de 2022 0 Por RAW Magazine

Hay pocos hechos que son capaces de poner de acuerdo a la totalidad de la humanidad. Una de ellas es el paso del tiempo. En concreto, envejecer. Nadie quiere hacerse viejo. Y el que diga lo contrario, miente. Los años otorgan nuevos puntos de vista y un mayor conocimiento del mundo. No obstante, la época que se recuerda siempre con una sonrisa boba es la de los veinte años.

Este sentimiento lo refleja muy bien Carlos Vermut en el guion con una estructura clásica y una trama que se desarrolla sin prisas. El madrileño encierra a sus dos personajes en un escenario cada vez más opresivo, lleno de silencios, donde el diálogo brilla -y de qué manera- por su ausencia.

Sony

Paco Plaza se sirve del libreto para sacar a relucir su genio en la dirección. El valenciano destaca por la utilización de planos cerrados, con movimientos de cámara precisos y elegantes, casi como si jugara al ratón y al gato con los personajes y el espectador. Este es introducido en la película como si también estuviera recorriendo un viejo piso del centro de Madrid.

Y es que parece que, al igual que en Verónica, el director se ha acostumbrado a filmar en espacios muy reducidos, de los que se sirve para dotar de una atmosfera cargante y terrorífica de la que es muy difícil escapar. Apenas hay jump scares en el film, pero La Abuela da miedo. De verdad. Y no solo a los terrores que aparecen de forma visible a lo largo de la película, sino a algo mucho más trascendente como es el paso del tiempo. Por lo tanto, se pasa mal durante la película y, por supuesto, después de su visionado.

Supongo que Paco Plaza tampoco querrá hacerse viejo. Tampoco Carlos Vermut. Es de lógica que menos aún el resto del equipo que ha trabajado en el film. Por culpa de todos ellos, los que hemos visto la película vamos a dedicarle más de una reflexión al tema. Gracias a todos ellos (de corazón).