El Barcelona empata ante el Chelsea y logra el pase a una nueva final de Champions (1-1)

El gol de Hansen en la ida sirvió para vencer a un Chelsea que supo estar a la altura, pero no logró superar a las azulgranas

El Barcelona volvía a tener en la tarde del jueves una cita con la historia. El Camp Nou se vistió de gala, como ya es costumbre en las grandes noches de Champions Femenina, y 72.000 aficionados abarrotaron las gradas del templo blaugrana. En las horas previas al encuentro, a los seguidores culés recibieron al autobús del equipo en el acceso siete del Camp Nou con cánticos y bengalas para llevar en volandas a las suyas hasta la final.

Giráldez optó por Oshoala y Mariona de inicio

De inicio, Giráldez decidió salir con Mariona como interior y Oshoala en punta (en la ida jugaron Salma y Geyse). Fue a todas luces una gran decisión por parte del técnico, pues la mallorquina firmó un partidazo y fue de las mejores de su equipo.

En el Chelsea, la única variación respecto a la ida fue la salida de inicio de Fleming en lugar de Cankovic. Tampoco esta vez quiso Hayes que Laurent James jugara como titular. Sin embargo, todos los ojos estaban puestos en el banquillo azulgrana. Alexia Putellas volvía a entrar en la convocatoria tras estar más de nueve meses sin jugar debido a su lesión, y muchos fantaseaban con poder ver a la capitana reaparecer al final del encuentro.

Nuevo recital de Hansen ante un Chelsea muy combativo

Salió fuerte el Chelsea, consciente de que sus opciones en la eliminatoria pasaban por, al menos, mantenerse vivas hasta el final del encuentro. Por la izquierda, una Fridolina Rölfo algo imprecisa no terminaba de crear peligro. Sin embargo, en banda derecha era otra historia. Hansen hacía las delicias del público regateando llegada tras llegada a su defensora, una Ericsson que soñará con la noruega. Estuvo a punto de abrir el marcador como en la ida en el minuto 7, pero su gol fue anulado por cometer mano en el control del balón.

Por el interior, Mariona y Aitana dirigían el juego, ponían pausa o velocidad y sorteaban rivales para plantarse en área rival. En el quince, un centro-chut de la de San Pere de Ribes se envenenó y solo una parada acrobática de Berger impidió el gol.

Las «blues» se mantuvieron con vida hasta el final

Siguió llegando el Barça en la primera parte, frente a un Chelsea con garra pero sin conseguir conectar con dos referencias arriba, Sam Kerr y Guro Reiten. Las mejores fueron para las azulgranas, pero su falta de acierto de cara a puerta terminó con empate a cero al descanso.

Ya en la segunda mitad, el Chelsea parecía no querer disputar demasiados minutos. Constantes pérdidas de tiempo de las blues, a pesar de ir perdiendo en el cómputo general, sabiendo que sus opciones pasaban por marcar en los minutos finales y revolucionar el encuentro. Pero el Barça trataba de dominar el balón para tener el partido bajo control. Importantes las recuperaciones tras pérdida de las azulgranas, a sabiendas de que el Chelsea es letal a la contra.

Aitana, Hansen, gol

En el sesenta, entraron Engen por Walsh y Salma por Oshoala. La delantera aragonesa se colocó por la izquierda para dejar a Mariona en posición de falso nueve.

Poco después, Aitana recibía el balón de Mariona en el medio campo, desde donde echó a correr superando a sus rivales hasta plantarse en el área rival. Desde allí la dejó para Hansen, que batió a Berger para poner el 1-0 en el marcador y el Camp Nou patas arriba. La conexión entre ambas jugadoras hace que nombrarlas sea la mayoría de ocasiones sinónimo de gol.

Aitana sumó su cuarto MPV de la competición y su séptima asistencia en diez partidos disputados, que sumados a sus cinco tantos confirman que la enorme temporada que está firmando la catalana.

Keer y Reiten fueron letales a la contra

Pero el Chelsea no bajó los brazos con el tanto blaugrana, más bien todo lo contrario. Apenas tres minutos después, Kerr recibía un balón largo que pillaba a la defensa blaugrana mal colocada y se plantaba sola ante Paños. La portera detuvo su lanzamiento, pero a Guro Reiten no le tembló el pulso para mandar el rechace al fondo de la red.

A partir de ese momento, intercambio de golpes con un Camp Nou que miraba la hora, consciente de que estaban a escasos minutos de lograr alcanzar la cuarta final de su historia. Miraban también al banquillo, con la esperanza de que Alexia pudiera disputar algunos minutos, pero Giráldez decidió no arriesgar con la balón de oro. En el 83 Aitana se marchaba ovacionada, y entró Geyse para darle a su equipo exactamente lo que necesitaba. Presionó y luchó cada pelota, teniendo incluso alguna para marcar.

Finalmente, la colegiada pitaba el final y desataba la euforia de un equipo que nos ha acostubrado a lo extraordinario. Tercera final consecutiva, y ocasión de oro para resarcirse de la dura derrota en Turín. Lo veremos en Eindhoven el 3 de junio, cuando las de Giráldez se enfrentarán al ganador del Arsenal-Wolfsburgo.