El Mundo es Vuestro: Colofón Enterista

El Mundo es Vuestro: Colofón Enterista

24 de marzo de 2022 0 Por Mario Navarro Sosa

La nueva aventura de Rafi y Fali pone cierre a la trilogía conformada por El Mundo es Nuestro (2012), El Mundo es Suyo (2018) y la citada El Mundo es Vuestro (2022), la cual se convierte a su vez en una nueva joya del UCE (siglas del Universo Cinematográfico del Enterismo).

La cinta resulta ser una muestra más de comedia frenética llena de personajes rimbombantes que escupen frases y réplicas tan acidas como ingeniosas. Además, esta entrega es un paso más en la evolución de Alfonso Sánchez como director, que ha ido puliendo su estilo hasta ser capaz de potenciar su vis cómica innata mediante una puesta en escena orgánica y funcional. Destacan sobremanera los planos largos a través de la finca, llenos de multitud de personajes que no dejan de gesticular y moverse, un excelente homenaje a Berlanga.

Más política, más acción

Todo bajo un prisma político que en las anteriores películas se dejaba entrever pero que ahora posee muchísimo peso. Se nota el esfuerzo por la crítica a cada rama del espectro ideológico, por pequeña que sea, algo que se observa muy bien en un inesperado tercer acto que además supone lo mejor que ha rodado el director en cuanto a acción se refiere. Para el recuerdo queda la escena nocturna bajo los efectos de cierta bebida consumida por la antigua legión romana.

Lejos quedan ya aquellos tiempos de salas llenas donde las risas incluso impedían escuchar los diálogos de la película. La maldita pandemia, por desgracia, casi ha terminado por dar la puntilla al disfrute tradicional del cine. Desde que empezó, he estado en más de una y de dos sesiones completamente solo ante la pantalla. Por eso, películas como El Mundo es Vuestro son tan importantes, porque te devuelven a ese estado eufórico de sonrisa permanente y carcajada contagiosa en comunión con el resto de espectadores.

A Alfonso Sánchez y Alberto López se les sale el cine por las orejas. Ya en su primera película se intuían las ganas que tenían por rodar. Ese deseo, casi una obsesión por formar parte de una industria que no deja de maltratarlos se nota. Deberían haber empezado antes y, por supuesto, estrenar mucho más a menudo.