María Peláe y un sold out para recordar
11 de diciembre de 2022«Si no te cuentan la historia, te la van a cantar»
Con esta frase de la canción «Doloría» de María Peláe damos comienzo a nuestra crónica del concierto de la malagueña en el Auditorio Fibes de Sevilla. Nos cuesta encontrar las palabras exactas para describir lo vivido anoche, pero intentaremos ser lo más fieles posible.
Al grito de “¡Vamos que nos vamos, Sevilla!” saltaba a escena María Peláe con un traje de lentejuelas y flecos dorados al más puro estilo ochentero con su esencia flamenca. «La Confesión» fue la canción elegida para abrir el espectáculo y qué tino tuvo para ello porque parecía que María venía con ganas de confesarse y abrirse en canal en cada canción.
No es para menos, y es que como bien decía la Peláe en un tweet previo a este concierto, lleva 14 años girando; 4 maquetas; 1 crowdfunding; 2 discos y muchas salas de canción de autor… Y, sin embargo, esta era su primera vez en el Fibes. Un auditorio que llenó hasta la bandera, colgando el cartel de «no hay billetes» y con un público entregadísimo que estaba dispuesto a salir dando saltos mortales y más feliz de lo que había entrado.
Su admiración por la gran Lola Flores tampoco pasó desapercibida sobre las tablas, puesto que le hizo un pequeño homenaje a través de «Cómo me las maravillaría yo», «Ay pena, penita, pena» y de la interpretación de un poema de Rafael de León. Asimismo, nos contó que la mismísima Lola se le apareció una vez cuando decidió mudarse a Madrid con una maleta cargada de sueños y de tápers de su madre y acabó topándose con una serie de catastróficas desdichas que la llevaron a componer «Si se achucha, entra».
Complicidad absoluta con el público
María tenía ganas de hablar largo y tendido y cada vez que podía nos hacía partícipes de agradecimientos, anécdotas, desparpajo y mucha verdad: “Muchas gracias, de verdad, me siento muy agradecida de esta ciudad que en su día me acogió… cantando en las salas que tanto trabajo me costó, que aquí sois de todo o nada. Os como el corazón. Gracias a vosotros, vosotras y vosotres”. (…) “Yo siempre saco unos langostinos, siempre pregunto si los queréis al principio o al final, yo prefiero al final porque luego la gente me tira las cabezas y al final llego a mi casa oliendo a marisco que a ver cómo le explico a la Alba eso”.
Todavía le preguntan por «La Niña» y en Sevilla no podía faltar.
Llegó el turno de «Historia de vida», canción de su último disco que le dedica a sus padres y con la que creó un ambiente íntimo y pausado, que rompió con «Y quién no» y el «Remix tumbao» donde se animó con la percusión como ya nos viene acostumbrando en cada actuación.
Salió del escenario unos instantes mientras su banda continuaba con la música. Dejó la chaqueta y volvió con un mantón de manila para sentarse en una silla flamenca a cantar «Que vengan a por mí», no sin antes lanzar un mensaje reivindicativo y de reflexión que le llevó a componer esta canción. El público respondió con una gran ovación que levantó a todos de sus asientos.
Artistas invitados
En Sevilla dio comienzo la Gira Folcrónica y en Sevilla se empieza a cerrar el círculo de esta gira, por eso, María Peláe guardaba dos ases en la manga para esta noche tan bonita y especial:
Primero presentó a José Luis Jaén, quien interpretó «Arde», canción que compuso junto a Alba Reig como candidata a representar a España en Eurovisión 2018 y que conocemos gracias a la interpretación de Aitana en OT 2017. “Yo nací en el Virgen del Rocío y esta noche es como volver a nacer”, confesaba el cantaor agradeciendo la invitación de María.
Después de cantar el «Tanguillo del desahogo» y explicar la historia de Mabelita, llegó el turno de Maui de Utrera, compañera de profesión y amiga de la artista, quien confesó que a la Peláe se le da muy bien cocinar la fideuá. Juntas cantaron «Quererte a medias».
Se acercaba el final y «La Quería» continuó con el repertorio, seguida de «No lo diré» y «Gato marinero».
Con «Cómo están las cosas» volvió a la percusión y aprovechó para agradecer el trabajo de sus músicos, equipo y familia. Una tímida despedida les hizo abandonar el escenario, para volver movidos por la energía del público que tenía ganas de más e interpretar «Por si te vas» y «Mi tío Juan», canción que cerró el espectáculo con todo el público de pie, de principio a fin.
Al son de la canción «Rakata» salieron a saludar al público y hacerse la foto de rigor, pero antes de volver a bambalinas, se dieron unos bailoteos que acabaron con María perreándole al escenario junto a Maui de Utrera.
Podemos decir que María Peláe se ha adelantado al día de Navidad y nos ha hecho un gran regalo: su directo. Es una artista que tiene una energía muy buena y que irradia talento por los cuatro costados. Aquella noche no fue un simple concierto de dos horas de duración, aquello fue una especie de terapia musical donde parecía que te estabas tomando un café con una amiga reflexionando sobre la vida y con ganas de dejar huella.