«Las dos caras de la justicia» la nueva película de Jeanne Herry, llegará a los cines el 8 de septiembre.
31 de julio de 2023Tras ser nominada a los premios César a la mejor película, dirección y guion original por «En buenas manos» (2018), Jeanne Herry regresa con un título conmovedor que apela a la resistencia del espíritu humano. Con un reparto encabezado por Adèle Exarchopoulos, Gilles Lellouche, Dali Benssalah, Elodie Bouchez y Valérie Enquin, nos encontramos ante la película más querida de Francia desde «Intocable» (Olivier Nakache y Éric Toledano, 2012), así expresado por AlloCiné.
A pesar de la similitud de su título con «Las dos caras de la verdad» (1996), la premiada cinta de Gregory Hoblit, esta no tiene nada que ver. «Las dos caras de la justicia» se trata de un drama que impacta, remueve y sobretodo, consuela. Su buen recibimiento por parte de la crítica y del público marca su llegada a los cines españoles el 8 de septiembre de este año, de la mano de La Aventura.
Una alentadora mirada a la justicia restaurativa
La película gira en torno a Nassim, Thomas e Issa, tres personas sentenciadas por robo con violencia, que tienen la oportunidad de verse cara a cara con Grégoire, Nawelle y Sabine, víctimas de ese mismo delito. Mientras tanto, Chloé, víctima de una violación incestuosa, también se involucra en las medidas de esta justicia restauradora, en una búsqueda de reconciliación con su pasado. El viaje que cada uno de ellos emprende, está lleno de ira y esperanza, de grandes silencios y palabras, de alianzas y desamor, y sobretodo, de una creciente conciencia y confianza en ellos mismos.
La cinta no solo cuenta la historia de unos personajes que se sienten extremadamente veraces y reales, sino que parte de lo ya mencionado, la justicia restauradora. Desde 2014 en Francia, esta ofrece la oportunidad a los autores de delitos de poder entablar un diálogo con sus víctimas, a través de un sistema seguro y supervisado por profesionales. Es pues esta, la premisa de la que parte el film y la que lo hace avanzar a través de las emociones humanas hasta la posible reparación del alma.
Jeanne Herry tras «Las dos caras de la justicia»
Nacida en Francia en 1978, Jeanne Herry es una directora de cine francés cuyas películas tienden hacia temas humanísticos, donde las emociones se adueñan de la trama, marcando las relaciones entre los personajes y los giros de guion. Su cinta «En buenas manos», en la que muestra el largo y frágil camino de la adopción, la llevó a los premios César con hasta 6 nominaciones. Aunque su carrera no se limita a sus dos últimos títulos, películas como Elle l`adore (2014) y la serie de TV «Call my agent» (2015), forman parte de la filmografía de esta directora, cuyo estilo cobra cada vez más fuerza.
Con respecto a «Las dos caras de la justicia», Jeanne Herry comparte con nosotros qué le motivó a la hora de escribir y realizar esta película, y lo que opina acerca de la justicia restaurativa:
«Después de En buenas manos, me encontraba buscando un nuevo proyecto y empecé a investigar sobre dos temas que me interesaban: el funcionamiento del cerebro y el sistema de justicia penal. Siempre me han fascinado las noticias, los juicios, las grandes figuras de la delincuencia y la abogacía, etc. Un día, me topé con un podcast sobre justicia restaurativa. De entrada, me intrigó, y luego me cautivó. Lo que me llamaba la atención del proceso era precisamente lo que motivaba mi investigación sobre el cerebro: la reparación.
Lo que conecta ambas cosas es el vínculo. Cara a cara, víctimas y agresores pueden compartir sus emociones y experiencias, y forjar una nueva relación en la que a veces la empatía prima sobre el miedo. Esta reparación mediante la acción colectiva y la recreación tiene mucho en común con la plasticidad del cerebro, que le permite repararse a sí mismo recreando conexiones.
La justicia restaurativa se convirtió de repente en un campo de juego, en el escenario ideal para escribir una película impactante, con escenas llenas de acción psicológica y mucho espacio para el diálogo. Todo lo que me gusta. Durante mi investigación, una de las personas que conocí me dijo: “El objetivo de la justicia restaurativa es el liberar emociones a través de las palabras”. Eso era lo que quería dramatizar.
Algunos de los personajes pertenecen a la abogacía o a asociaciones y su compromiso con la justicia restaurativa parece dar un nuevo sentido a su profesión. Probablemente sea porque van a contracorriente de nuestro tiempo. Está muy lejos de la histeria de los debates, las divisiones, los enfrentamientos constantes y la algarabía que cae como un grifo abierto. Es todo lo contrario, un momento en el que personas aparentemente irreconciliables pueden enfrentarse cara a cara para redescubrir la escucha. Y para permitirles volver a ser protagonistas de su propia vida.»