«Sueños de libertad»: ¿Qué está pasando con Mafin? 🧁| ComentRAW XX
22 de octubre de 2024Bienvenidas una vez más. Hemos tenido la mejor semana Mafin de toda la historia y no puedo esperar más para que la comentemos juntas
Capítulo 169: Después de que la semana pasada Joaquín apuntara con una escopeta a Marta en el pecho, los primos se vuelven a reunir en el despacho de la empresa. Marta, por su parte, trata de que la relación con Joaquín siga siendo buena entre ellos, pero este no está por la labor.
El mayor de los hermanos Merino arremete contra Marta fuertemente, diciéndole que su madre ha pasado toda su vida sirviendo en su casa por un delito que su difunto hermano no cometió. Por una cruel mentira de Jesús. Pero si culpar a Marta de algo de lo que ella no tiene nada que ver no es suficiente, Joaquín le echa en cara que él tiene mucho más tiempo que ella en la empresa, y que es él el que debería estar al mando y no ella.
Pero Marta, con lágrimas en los ojos y la mirada llena de vergüenza por lo que han hecho su hermano y su padre, le confiesa que Damián tiene pensado entregarse a la policía con la idea de llevarse a Jesús con él. Sin embargo, su primo no le cree de primeras y la rubia trata de convencerlo diciéndole que Andrés y ella le han dicho a su padre que están de acuerdo con la decisión, aunque eso conlleve perder todo lo que tienen. Marta, además de insistirle en que crea en el plan de su padre, le hace saber a su primo cuanto siente todo lo que ha tenido que vivir su familia desde que su tío Gervasio murió, y esto parece lograr que Joaquín finalmente baje la guardia.
Joaquín: Perdóname, Marta, por lo que te he dicho, he sido muy injusto. Lo siendo, están siendo días difíciles y al fin y al cabo Andrés y tú también son víctimas de vuestra propia familia.
Marta: Vosotros habéis pagado las peores consecuencias.
Joaquín: Siento haberte apuntado ayer con la escopeta.
Marta: Estaba convencida de que le matarías. Porque yo en tu lugar creo que no habría dudado.
Joaquín: No, tú no lo habrías hecho. Tú siempre has mantenido la cabeza fría.
Marta: Ojalá fuese tan fría como os pensáis.
Joaquín: Que no, Marta. Yo sé que tú tienes corazón, no eres como ellos. Por eso siempre nos hemos llevado bien.
Marta le da la razón a su primo y le asegura que se tienen que seguir llevando igual de bien y estar juntos como una familia porque si no, Jesús habrá ganado.
Mientras tanto, Fina está en la cocina de la casa grande junto a Isidro, que después de fijarse en que su hija está más callada de lo normal, entiende que Marta la ha puesto al tanto de la situación de Los de la Reina y los Merino. El mayor le confiesa a Fina que ha estado ayudando a Andrés a buscar el cuerpo de Valentín, y enseguida su hija se preocupa por los problemas en los que se puede meter.
Isidro entonces trata de convencer a Fina de que no se fíe totalmente de Marta. Después de la decepción que se ha llevado con su patrón y amigo, Isidro teme que Marta le pueda destrozar la vida a su hija, pero Fina tiene muy claro que su chica jamás podría ser como su padre, así que la defiende dejándole claro a Isidro que confía totalmente en ella.
Fina: Yo confío en Marta, padre. Plenamente.



Capítulo 170: Fina se encuentra en la cantina con Gaspar, quien ha leído en el periódico un anuncio de una chica buscando amistades por correspondencia y el chico está pensando en escribirle, pero cuando le pregunta a Fina qué haría ella, nuestra chica le responde que ella no lo haría, ya que hay que estar muy desesperada para poner un anuncio, desconfiando de las verdaderas intenciones detrás de las palabras de la redactora.
En la casa grande, Marta, Andrés y Damián discuten cuando el patriarca les informa a sus hijos que no se entregará a la policía, ya que de alguna manera Jesús se ha enterado del plan y ha hallado la manera de echarlo a perder. En el encubrimiento del supuesto crimen de Valentín, Joaquín y Digna también estuvieron implicados, tratando de cubrir el escándalo que significaría todo aquello para ambas familias, y con esto Jesús se asegura de mandar a la cárcel también a Joaquín, cosa que los Merino no están dispuestos a hacer.
Capítulo 171: Marta, estando en la cocina de su casa, ve entrar a Isidro con unas flores del jardín. De inmediato la rubia recuerda que eran las favoritas de su madre, lo que la hace sentirse un poco nostálgica y su suegro lo nota; este le ofrece retirarlas si le incomodan o entristecen demasiado, pero Marta se niega enseguida.
Con la honestidad que nunca se habían permitido tener el uno con el otro, empiezan a hablar de Fina. Marta le asegura que ella solo quiere lo mejor para su chica e Isidro afirma lo mismo. El mayor le advierte que el tiene que velar por la seguridad de su hija y sabe que Marta la quiere con locura, pero que si no quiere terminar pareciéndose a su padre, debería alejarse de ellos y pensar en retomar la opción de Barcelona como salida para ambas. Sin embargo, la cara de Marta delata que no está del todo de acuerdo con aquel plan, entonces Isidro retira su mano de la de la rubia y le confiesa que si no está dispuesta a dejar la empresa, él prefiere que termine la relación con su hija.
Entiendo el miedo de Isidro, pero está siendo muy duro con Marta
Volvemos a ver a Fina en la cantina junto a Gaspar, y aquí es donde se da cuenta que su amigo finalmente no le ha hecho mucho caso y ha decidido escribirle la carta a la tal Dolores. La morena primero se ofende diciéndole que para qué le pide consejo si después no la tomará en cuenta, pero al final acaba ayudando al cantinero a escribir la carta y lo calma un poco los nervios del chico diciendo que quizás toda aquella locura salga bien y consiga al menos, una linda amistad.
Si es que nuestra Fina es un rayito de sol
Ya de noche, Marta está recogiendo sus cosas en el despacho de la empresa, cuando ve a Fina entrar por la puerta que da al escritorio de la secretaria, quien ya se ha marchado. Fina cierra la puerta y luego pasa bajo el umbral de la puerta del despacho de Marta, que se encuentra abierta. La única luz encendida es la del despacho de Marta y las persianas de las ventanas que permiten la visión desde el despacho a el puesto de la secretaria, están arriba.
Fina la saluda y Marta admite que estaba justo saliendo para la tienda a buscarla. La dependienta cree que su chica la buscaba por un tema laboral, pero enseguida Marta le dice que no es por eso por lo que quería verla. Entonces la rubia le cuenta que esa mañana ha tenido una conversación con Isidro, a lo que Fina no reacciona con gran entusiasmo debido a la última conversación que tuvo con su padre.
Marta: Y me ha dado un buen consejo.
Fina: Sabes que mi padre es muy protector conmigo.
Marta: Como cualquier padre.
Fina: Bueno, sorpréndeme, ¿qué te ha dicho?
Marta: Que huya. Que me aleje de mi familia.
Fina: ¿Y a ti eso te parece un buen consejo?
Marta: Sí, lo es. Porque me ha dicho que huya contigo. Que empecemos una vida juntas.
Fina: Marta tú ahora no puedes abandonar todo esto, y yo no quiero que renuncies a algo que has peleado tantísimo.
Marta: Quiero quedarme. Pero no quiero que la mezquindad de mi familia se apodere de mí, y para eso te necesito a mi lado. Necesito tu amor, tus consejos, tus besos, tus abrazos. Porque tú eres mi toma a tierra, y sé que contigo estoy protegida ante la influencia de mi familia. Y entendería que quieras tomar distancia después de estos días, o que me repudies por ser quién soy, por querer estar al frente de todo esto como una De la Reina.
Fina: Es que para mí tú no eres una De la Reina, tú eres Marta. Marta a secas. La mujer que me tiene fascinada desde que soy una niña, la mujer con principios que consigue todo lo que se propone. Y cuando yo pienso en nosotras, no sé si me puede más la admiración, el deseo o el amor que siento por ti. Y eso no hay lazo familiar que pueda destruirlo.
Ambas acaban con la distancia entre ellas y se besan con mucha intención. Las manos empiezan a viajar por el cuerpo de la otra y entonces Fina decide apartarse lo suficiente para hacer una pregunta necesaria.
Fina: Ya no queda nadie en la fábrica, ¿no?
Marta niega sin pronunciar una palabra, completamente hipnotizada por su mujer.
Fina: Muy bien. ¿Nadie nadie? ¿Solas?
Ninguna habló de nuevo, se besaron danzando cuerpo con cuerpo hasta el marco de la puerta del despacho, donde Fina empieza a desabotonar la chaqueta de Marta mientras esta aparta el pelo de su chica para tener mejor acceso a su cuello. La pasión las hace perder por completo el control y Marta lleva su mano por debajo de la falda de Fina. Entre más besos y caricias van dando tumbos hasta que Fina decide que la ventana es el mejor lugar para empotrar a su mujer, y solo podemos ver sus siluetas a través del vidrio.



¿Ustedes cuántas veces han visto esta escena? Yo solo tengo una respuesta: sí
Capítulo 172: Marta y Fina han madrugado para prepararle el desayuno a Isidro, al que le quieren contar acerca de la decisión que ambas han tomado juntas. Marta está nerviosa por aquel encuentro con su suegro y no sabemos quien muere más de ternura, si nosotras o Fina. Aunque yo apostaría por Fina.
Marta: ¿Crees que va a hacer falta más fruta?
Fina: Marta, tranquilízate por favor, todo va a ir bien. Sé que lo estás haciendo por mí y eso es lo que importa.
Marta: Bueno, también lo hago por mí, aprecio mucho a tu padre y quiero demostrarle lo que siento.
Fina: Por lo que sea, no haría falta, de verdad. Yo te lo agradezco mucho.
Marta: Además haciendo este tipo de cosas, me siento como si fuéramos una pareja normal.
Isidro entra a la cocina y primero no se percata de la presencia de Marta, pero la rubia se acerca y le da los buenos días, sorprendiendo al padre de Fina. Le explican que le han preparado el desayuno y el mayor enseguida piensa que las chicas se irán a Barcelona, pero la morena le pide que no se apresure, y Marta le ofrece hablar del tema mientras se toman un café.
Lo primero que le notifican a Isidro es que ambas han tomado la decisión de quedarse en Toledo, y más allá de enfadarse, Isidro parece entender la decisión de su hija y Marta.
Isidro: ¿Entonces esto quiere decir que todas las dudas que tenía sobre como llevar el peso de la empresa sin parecerse a su padre y a su hermano, se han aclarado?
Marta: Es cierto que me atormentaba pensar que la ambición pudiese devorarme, pero después de hablar con Fina me di cuenta de que eso estando ella conmigo no va a pasar. Porque ella es mi apoyo, es mi pilar.
Fina: Padre, confíe en nosotras, es una decisión que hemos tomado entre las dos, y queremos hacerle participe.
Marta: Y aunque tenga sus dudas razonables, me importa… nos importa mucho lo que piense.
Isidro admite que cuando le pidió a Marta que se alejara de su hija, sabia que estaba siendo injusto. Porque en el fondo sabia que eso no pasaría nunca, porque para Marta alejarse de Fina, seria como arrancarle una parte de su alma. Marta le dio la razón emocionada, pero Fina interrumpe el momento entre suegro y nuera para recordarles que si no comen pronto el desayuno se enfriaría.
Todo es alegría y amor, hasta que Damián entra por la puerta de la cocina y los tres se quedan mudos en la mesa. El patriarca de los De la Reina trata de entablar una conversación con ellos, pero ninguno tiene intención de hacerlo participe del momento familiar que estaban viviendo, así que toma la decisión de marcharse sabiendo que no era bienvenido en aquella mesa.
Con la imagen de su hija en la mesa junto a Fina e Isidro, Damián va en búsqueda de la dependienta en la tienda. El padre de Marta quiere recuperar el afecto de su hija y no sabe qué más hacer para lograrlo, entonces decide pedirle ayuda a Fina. Y, aunque la morena visiblemente siente cierta pena por el padre de su chica, no tiene pensado ayudarlo de ninguna forma. Don Damián insiste en explicarle que quiere hacer las cosas bien con Marta y ganarse su perdón, de demostrarle que también es capaz de hacer las cosas bien, pero Fina le deja muy claro que es lo único que quiere su chica.
Fina: Marta solo quiere ser quien es y vivir conforme a eso. Sin justificarse, sin presiones. Hasta que no entienda eso, poco puede hacer.
Fina siendo la mejor novia del universo una vez más



Capítulo 173: La morena llega al despacho de la directora y lo primero que hace es preguntarle si ha comido algo, pero Marta ni siquiera ha mirado la hora, así que decide recordarle a su chica lo guapa que le parece para tratar de distraerla, cosa que no funciona por mucho tiempo.
Fina: Y lo de alimentarte, ¿en qué huequecito de tu agenda lo vas a meter?
Marta: Estás preciosa.
Fina: Tú también. Pero no me cambies de tema, por favor, que por mucho que trabajes la salud es lo más importante.
¡Lo casadísimas que están y lo bonitas que son!
Marta le asegura que en cuanto pueda se marchará a casa a comer y a ver a su sobrina que ya ha vuelto del internado. Le pregunta también si ella ha comido y su chica le responde que sí, pero que super rápido ya que al ser dos ahora en la tienda, tienen muchísimo trabajo.
Fina, por favor, que ya nos conocemos…
Marta recuerda que también tiene que solucionar lo de la nueva dependienta y Fina se arrepiente de inmediato de cargarla con más trabajo, así que le pide que lo deje estar por ahora. La rubia entonces decide que mientras Fina esté en el despacho, no se habla de trabajo, y aquello complace a la morena.
Pero Fina no solo ha ido a ver a su chica porque la echa de menos, también tiene algo que contarle algo.
Marta: ¿Es por el desayuno de esta mañana con tu padre? Yo juraría que ha ido bien, más que bien. Yo me he sentido como…
Fina: ¿Normal?
Marta: Es triste decirlo, pero sí. Estar en familia, sin disimular, hablando abiertamente de nuestro amor. Qué locura.
Fina: Muchísimas gracias por haberte prestado, Marta. De verdad, mira que podía haber sido una situación incomoda o tensa, pero no, ha ido muy bien. Al final mi padre ha entrado en razón, y el solo quiere mi felicidad.
Marta: Es lo que tienen que desear todos los padres a sus hijos, la felicidad.
Fina se remueve un poco sobre si misma antes de hablar, y es que, a pesar de negarle a don Damián su ayuda, Fina intercede por él ante Marta, diciéndole a la rubia que su padre realmente está arrepentido de todo lo malo que ha hecho y que quiere recuperarla; sin embargo, Marta se rehúsa a creer en las palabras de su padre y le advierte a Fina que solo trata de manipularla.
Más adelante vemos una tierna escena entre Marta y Julia, que es interrumpida por Damián queriendo hablar con su hija. Marta lo sigue hasta el despacho de mala gana, sin ganas de hablar con su padre. Y, aunque este le invite a sentarse, Marta le deja claro que no tiene ninguna intención de entablar ninguna conversación con él. El mayor de los De la Reina trata de acercarse a su hija, pero esta se enfada más cuando le echa en cara a su padre que ha tratado de manipular a Fina, tratando de quedar como bueno después de encubrir un asesinato, al asesino y luego usarla a ella sabiendo que no la acepta realmente como es.
Damián le dice a su hija que ya le demostrará que también puede hacer las cosas bien, pero Marta sigue sin creerle ni una palabra y le deja bastante claro que la relación que van a mantener es estrictamente empresarial.


¿Qué les puedo decir? Que qué me importan las curvas, si a mí me tienen en una nube.
Es la mejor semana Mafin de toda la serie y todavía sigo soñando con las pedazo de escenas que nos han regalado.
Fina siempre con las palabras precisas y el abrazo necesario. Marta con una valentía, verdad y bondad que se le escapa del pecho. Fina sin duda es el cable a tierra de Marta, quien aspira en grande, mucho más de lo que le es permitido a una mujer del 58. Y Marta, por el contrario, se ha convertido en una extensión de las alas que ya Fina tenia, pero que ahora la hacen volar más alto, permitiéndose soñar con una vida juntas y felices.
Porque claro que es posible tenerlo todo si tienes al lado a alguien que te impulsa cuando no puedes más, y te frena cuando estás mirando tan alto que se te olvida tocar tierra. Marta y Fina son la combinación perfecta, encajan de todas las formas posibles en las que dos almas necesitan encajar para convertirse en indetenibles.
Tuvimos empotramiento –o como el fandom lo llama, despachamiento–, desayuno en familia y la conversación necesaria para cerrar la brecha que las tenía un poco distanciadas. Esta semana lo tuvimos todo, y ahora tengo que decir que temo por lo que se nos pueda venir. Pero, lo más importante de todo, es que pase lo que pase, ellas siempre van a poder sobrellevar las curvas juntas.
Hasta el próximo ResuMafin, chicas 
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