Top 10 de momentos Mafin 🧁

31 de diciembre de 2024 Desactivado Por Gabi Melendez

Este 2024 nos sorprendió a las sáficas de la forma más bonita, porque después de tantas desilusiones en años anteriores, como tener que despedir inesperadamente a las Luimelia, y ver cómo cancelaban nuestros shows favoritos –A League Of Their Own, Warrior Nun, Estación 19, First Kill y varios más– dejándonos huérfanas de representación y obligándonos a un adiós definitivo a esos personajes que eran un refugio para muchas, el universo se ha apiadado de nosotras y nos ha regalado a las Mafin.

Conocimos a Marta y Fina en febrero, así que su historia nos ha acompañado durante todo este año, y creo que hablo por muchas al decir que esta pareja ha logrado hacer nuestro año más bonito y llevadero.

No solo es una pareja más, las Mafin han llegado para contarnos una historia diferente, una donde las toxicidades no tienen espacio porque el amor es tan grande que lo consume todo. Una historia cargada de paciencia, de empatía y buena comunicación –y amigas, ustedes saben muy bien que “buena comunicación” es algo que siempre falla en nuestros ships–.

Marta y Fina han pasado por tantas cosas, o como suelen llamarle las actrices “curvas” que parece increíble pensar en cómo empezó su historia de amor, cuando eran unos bebés pequeñísimos que a pesar de conocerse de toda la vida, aún no habían descubierto que estaban destinadas a quererse con todo el alma y sin ataduras, aunque la sociedad intentase ponérselas.

Así que no podíamos terminar este año sin hacer un recuento de sus escenas y enumerar las mejores de ellas. Este top es personal, y cada una seguramente debe tener el suyo propio, sin embargo, estos son los que a mí me han dejado el corazón más blandito.

Top 10: La reconciliación tan esperada después de la ruptura más dolorosa que he visto en la televisión.

Después de ver como Fina rompía con Marta de la forma más cuidada y bonita entre tanta tristeza, pasamos mucho tiempo esperado este momento. Incluso después de que Jaime le comunicara a Marta su deseo de que ella fuera feliz con su amor –gracias, Jaime–, nuestra burguesa favorita tenía mucho miedo de volver con Fina y que esto conllevara consecuencias que no creía ser capaz de soportar, pero si hay alguien que sabe desatar las alas de Marta y lograr que vuele, así sea con miedo, es nuestra Fina. A la morena le bastó con un beso robado y un –juntas tú y yo ¿lo recuerdas?– para que Marta decidiera lanzarse al vacío de su mano para no soltarse nunca más.

Todavía recuerdo el alivio que sentí de que mis dos personajes favoritos en la vida volvieran a estar juntas. La curva fue larga, pero valió la pena cada segundo.

Top 9: “Quiero que seas mi mujer”

Justo en medio de la curva de la ruptura, cuando se supone que debían mantener la distancia para ayudar a que los sentimientos estuviesen a raya –spoiler alert: salió fatal–, Fina atravesaba los que parecían ser los últimos días al lado de su padre, ya que el pobre Isidro estaba muy enfermo y su corazón indicaba que no soportaría mucho más. Pero en ese momento tan duro, Marta no dejó jamás sola a Fina; a pesar de que a ambas les doliera no poder darse más que un abrazo de consuelo, era como una especie de curita para el corazón de las dos poder estar presente así sea solo para darse la mano –o empotrarse alguna vez en la tienda–.

Después de una conversación con su padre, Fina salió decidida a hablar con Marta. El bueno de Isidro le había pedido que fuera feliz sin importar lo difícil que el mundo se lo pusiera. Y todas sabemos que cada vez que una mujer llama a otra mujer “mi mujer” nace un hada, pero es que con esta escena nacieron miles.

“Yo no quiero vivir si no es contigo a mi lado. Quiero que seas mi mujer, y estoy dispuesta a enfrentarme a lo que sea, a lo que sea, para tenerte a mi lado”

Y sí, la escena es triste porque Marta no puede corresponder los deseos de Fina, que también son los suyos, porque sabe que ya lo han intentado todo en el pasado y al final la realidad que las aplasta siempre se impone.

Lo mucho que me gusta este momento es proporcional a lo mucho que me duele escuchar a Marta decir “Nuestro amor no está hecho para este mundo”

No me culpen, soy así de masoquista. Pero es que este par hasta el momento más triste lo convierten en uno precioso y eso, eso duele y se clava en el alma mucho más.

Top 8: “Significa que, a pesar de todo, no quiero vivir sin ti”

Nuestras chicas tenían apenas una semana juntas, ambas estaban en una nube de amor de las que no las bajaba nadie, hasta que Fina decidió contarle todo a Carmen. Y como esta historia se ha basado siempre desde el inicio en la buena comunicación, la dependienta no dudó en contarle a su chica que su mejor amiga estaba al tanto de su relación; sin embargo, Fina no contaba con que Marta fuera dominada por el miedo enorme de ser descubierta y señalada, y decidiera acabar la relación. Por suerte nuestra baby lesbian accedió a verse “por última vez” con Fina en el hotelito de Illescas donde habían pasado toda la semana, y después de que Marta le confesara sus mayores miedos, Fina le pidió disculpas por no haber pensado en todo lo que le pesaría a Marta que alguien más lo supiera, y le dejó el camino libre para terminar con lo que habían empezado si eso le hacía sentir mejor y más segura. Fue en ese momento cuando Marta se dio cuenta de que no podía ni quería estar sin Fina.

Top 7: Fina llama a Marta desde la verbena.

¿Quién no ha estado en medio de una fiesta viendo como las parejas bailan acarameladas mientras tu chica se encuentra lejos y tú solo deseas con todas tus fuerzas que estuviera a tu lado para sacarla a bailar y que todos sean testigos de lo mucho que se quieren? Pues eso también le pasó a nuestra Fina en medio de la verbena por el aniversario de la fábrica, y como ella no tiene la posibilidad de mandar un audio o hacer videollamada, hizo lo que la tecnología en el 58 le permitía para sentirse más cerca de su mujer: llamarla.

Marcó el número de la casa grande desde la cantina de Gaspar y pidió tanto al universo que le contestara Marta, que este no le quedó de otra más que concederle el deseo.

Me parece de los momentos más tiernos y donde nos muestran que a pesar de la diferencia en el estatus social, ellas siempre van a encontrar un punto de encuentro, un lugar donde el amor equilibra todo en la balanza y las hace iguales. Porque así Marta este en una casa enorme rodeada de lujos y Fina en la colonia de la fábrica en una verbena destinada para la clase trabajadora, ambas darían lo que fuera para estar juntas y poder bailar acarameladas.

“Ojalá algún día podamos bailar delante de todos, como el resto de enamorados”

Top 6: Empotramiento 2.0 o como el fandom lo llama “Despachamiento”

Marta estaba teniendo problemas para equilibrar su tiempo entre su nuevo cargo como directora de la empresa y su relación con Fina. La rubia había tenido que cancelar varios planes con su mujer que empezaba a sentirse en segundo plano y todo se veía un poco negro para ellas. Pero fue después de una conversación entre Marta e Isidro que la rubia entendió lo que tenía que hacer, y después de encontrarse con Fina en el despacho, le confesó que la necesitaba a su lado para poder ser capaz de llevar a cabo su nuevo trabajo como directora sin caer en la mezquindad de su familia, porque Fina es su toma a tierra.

Lo siguiente que pasó lo sabemos todas y no hay palabras que hablen más que Fina mordiéndose el labio antes de que se desate el deseo y el amor en medio del despacho hasta el escritorio de la secretaria.

Y sí, como quería la Belmonte –y todas nosotras–, hubo mano debajo de la falda.

Top 5: La máxima felicidad antes de la tormenta (la llegada de Jaime)

Después de una de las primeras curvas, nuestras chicas bajaban la guardia y por fin se comunicaban tan bien como empezaban a demostrarnos que lo harían siempre. Llegaron a la conclusión de que ninguna de las dos había hecho las cosas bien, y que ambas estaban dispuestas a hacerlo mejor de ahora en adelante, comprometiéndose a ser honestas la una con la otra, a perdonarse, encubrirse y apoyarse siempre.

Sin embargo, Marta tenía una sorpresa más guardada para su chica, y es que había rentado un piso en Madrid para que pudieran ir cada vez que quisieran sin necesidad de hacerse pasar por primas en algún hotel. Fina estalla de emoción sin poderse creer que tiene en sus manos las llaves del lugar donde podrán ser libres alejadas del resto del mundo. Un lugar solo de ellas dos y nadie más.

“Ya no tendremos que fingir que somos primas cuando vamos a los hoteles. Podemos ir en cuanto queramos y dar rienda suelta a…”

“A nuestro amor. Y a lo que surja.”

Fina se lanza a comerse a besos a su mujer sin importarle que están en la tienda, y marta está tan enamorada que lo único que puede hacer es reírse de la más pura felicidad mientras el amor de su vida no para de decirle cuanto la quiere entre beso y beso.

Ignoremos por completo todo lo que se nos vino después, este momento me genera una felicidad enorme.

Top 4: Primer beso en el despacho

Los inicios son siempre preciosos, pero es que el de las Mafin es uno de mis favoritos de todas las historias de amor que he visto en mi vida.

Después de robarle un beso a Fina, Marta huye a su despacho en busca de un refugio donde el corazón le deje de latir tan fuerte, pero cuando el único motivo por el que se te acelera el corazón va tras de ti, es imposible ignorar la montaña rusa de sentimientos que sientes cuando besas por primera vez a una persona que te vuelve completamente loca.

Porque a Fina solo le hizo falta decirle que le había encantado que la besara para que Marta dejara escapar una cara de máxima ilusión. Y después de esa conversación preciosa y honesta, decidieron arriesgarse a empezar a vivir su amor, sellando aquel trato de quererse bonito con un beso lleno de ternura y convicción.

Top 3: La Mafinca

Todas sabemos lo que pasó con el pisito de Madrid, y que después de tremenda decepción nuestras chicas pudieran tener no un piso en Madrid, sino una casita en mitad de la montaña para ellas solas, significa el mundo entero.

La escena de ellas viendo su hogar juntas, el lugar donde realmente crearían recuerdos hasta viejecitas, donde podrían reunirse con sus aliados, besarse en medio del jardín y dormir juntas cada noche. Verlas abrazadas soñando con un futuro como el matrimonio que son, es sin duda, de mis momentos favoritos de toda la historia.

La Mafinca todavía nos debe muchas escenas bonitas y cotidianas, pero solo el hecho de pensar en que se van a casa todos los días juntas, a mí me hace inmensamente feliz.

Top 2: “Señora importante”

Honestamente, cualquier cosa que diga acerca de esta escena se queda corta. No me alcanzan las palabras para explicar lo que me hace sentir. Es una mezcla perfecta de sensualidad, ternura, cotidianidad y amor, que cada vez que la veo mi cerebro simplemente hace corto circuito y el corazón piensa que he corrido una maratón porque no hay forma alguna de que lata con normalidad.

Es, de nuevo, la buena comunicación y las ganas de encontrar una solución que sea justa para ambas. Es el atreverse a ceder cuando sabes que tu pareja lo necesita, pero sin dejar de expresar lo mucho que le echas de menos, y es la honestidad también de confesar que no sabes cómo hacerlo mejor. Todo eso mientras amasan juntas una masa para bollitos y se les sube el deseo por la piel cuando se rozan sus manos. Es un “Marta, tú y yo podemos con todo. Con todo, todo ¿lo sabes?” después de respirar profundo para no dejarse llevar por los deseos más primitivos cuando su mujer decide morderle el dedo de la forma más sensual posible en medio de la cocina.

Es una locura de escena porque lo tiene absolutamente todo ¡y ni siquiera se besan!

Y solo queda en el puesto número dos porque mi momento favorito no puede ser otro. No se puede superar (por ahora)

Top 1: Primera noche en Illescas

Esta historia iba a estar repleta de muchas cosas, pero, sobre todo, de ternura, y así nos lo hicieron saber desde el primer instante.

La primera noche en Illescas fue perfecta. Una Marta que temblaba de nervios y miedo a no poder alcanzar las expectativas de una Fina que lo único que deseaba es que su chica se sintiera más libre que nunca. Fue precioso ver cómo Fina encontraba las palabras exactas para que Marta se relajara y se permitiera ser querida y cuidada por primera vez en su vida.

Fue una noche de confesiones, de muchos besos y abrazos que no hizo más que abrirle la puerta a Marta a un mundo que no conocía y al que Fina estaba dispuesta a hacerle parte. Con mucha paciencia y amor.

Esa noche Marta dejó de ser Marta de la Reina para ser solo Marta, a secas. Fue la mejor noche de su vida, y mi escena favorita en el mundo.

“Al miedo se le combate con mucho cariño…”

“Y muchos besos”