«Sueños de libertad»: ¿Qué está pasando con Mafin?🧁| ComentRAW XV

«Sueños de libertad»: ¿Qué está pasando con Mafin?🧁| ComentRAW XV

2 de septiembre de 2024 0 Por Gabi Melendez

Bienvenidas a una nueva edición de los ResuMafin ¿Listas para saber qué pasó esta semana con Marta y Fina? ¡Vamos a ello!

ResuMafin XIV

Esta semana Sueños de Libertad nos ha regalado, el que, en mi opinión, es el mejor capítulo de las Mafin hasta ahora. Isidro enterándose de que Marta es su nuera, Fina enfrentándose a Damián, y Marta cacheteando y amenazando a Jesús para defender a su chica. Estos capítulos de la serie han sido puro fuego, pero ¿saben qué es lo mejor de todo? Que esta curva apenas empieza.

Capítulo 134: Fina con toda la valentía que la caracteriza, va en busca de su padre Isidro a la casa casa grande. Lo consigue en la cocina y sin dejarle hablar mucho más, enseguida le pregunta si le ha llegado un rumor sobre ella últimamente,

Isidro: ¿Ha pasado algo?

Fina: Pues que alguien se ha dedicado a hacernos fotografías a mí y a mi pareja, nos persiguieron mientras estábamos en Madrid y aprovecharon un momento de cariño entre las dos para hacérnoslas a nuestras espaldas.

Isidro lógicamente se preocupa de inmediato, preguntando quién tiene las fotos, con la intención de intentar detener la desgracia lo más pronto posible, pero Fina lo calma diciéndole que si los rumores no le han llegado y no sabe nada del tema, es porque la persona que las tiene no busca hacerlas públicas.

Fina: Aun así, tenemos que estar preparados para lo que sea.

Isidro: ¿Lo que sea? Hija, podrías ir a la cárcel si esto se sabe.

Fina: Pero no creo que ese sea el objetivo de don Damián.

Isidro: ¿Damián? No entiendo nada.

Fina: Pues las tiene porque la persona con la que estoy saliendo es su hija, es Marta.

Isidro se desestabiliza un poco por la impresión de la información que acaba de recibir y vemos como cortan la escena. Cuando regresan a la cocina de la casa grande, Isidro le dice a su hija que se imagina cómo pudo tomarlo Damián.

Fina: Yo solo espero que lo comprenda, padre, porque yo no puedo soportar verla sufrir.

La morena niega cuando su padre le pregunta si sabe cómo le han llegado las fotografías a Damián.

Isidro: Fina, si tu forma de amar ya era peligrosa, esto lo complica todavía mucho más.

Y aquí viene una de las frases que deberían ser enmarcadas debajo de cualquier estatua, porque a Fina Valero, hay que hacerle un monumento: El peligro lo ponen quienes no lo entienden, padre. Y le puedo asegurar que nuestro amor es muy poderoso y voy a defenderlo con uñas y dientes.

La escena termina con isidro preguntándole si las fotos solo las tienen Damián y quien sea que se las haya hecho llegar, a lo que Fina responde que eso suponen ambas. Luego, Isidro le dice que tiene que recoger a su jefe en Madrid, ya que al final fue Damián quien representó a la empresa en la entrega del premio; Fina no está muy de acuerdo, ya que cree que Isidro aún no está para esos trotes, pero no se opone nuevamente cuando su padre le dice que la deja en la colonia antes de ir por Damián.

Marta por su parte, se encuentra en el despacho cuando Isabel entra para dejarle unos documentos s don Damián, pero al no estar presente, Marta le pide que los deje sobre el escritorio. Antes de que se pueda marchar Marta le pregunta por la decisión de un acuerdo que estaban esperando de unos de los proveedores, a lo que Isabel responde que se ha podido cerrar el trato y que ya le avisó a Jesús. Y aquí es donde Marta empieza a jugar sus cartas.

Marta: ¿Por qué avisó a mi hermano y a mí no?

Isabel: Fue un acto reflejo, la verdad, como siempre está en el despacho.

Marta: Desde luego mi hermano siempre es el más rápido en todo.

La rubia le habla con una muy buena fingida sonrisa, esperando la respuesta de la secretaria, quien le asegura que no tiene ninguna predilección por ninguno de los dos.

Marta: ¿Seguro? Lo acabas de nombrar tú no yo. Quiero decir que sí me da la sensación de que eres más cercana a mi hermano que a cualquier otro directivo de la junta o de mí. No me duele, simplemente me sorprende ya que fui yo quien decidió contratarte.

Marta continúa recordándole a Isabel que fue ella quien apostó por su contratación, a pesar de que Jesús no estaba de acuerdo. Entonces la secretaria, con el mayor cinismo del mundo, le asegura que le guarda lealtad a todos los miembros de la directiva por igual. Pero, por suerte, y aunque finge hacerlo, Marta no le cree ni una palabra.

Más falsa que un billete de 200 euros la Isabel

Capítulo 135: Damián manda a llamar a Fina su despacho y la vemos entrar con mucha precaución, sabiendo que nada bueno puede salir de ahí. La dependienta toma la palabra primero, asegurándose de que su suegro y patrón, no tenga ninguna queja de su trabajo, alegando que ella siempre llega temprano y entrega todo en la tienda; entonces el hombre le responde que no tiene ninguna queja de su trabajo y que le consta que es una buena dependienta.

Damián: Marta no tiene ninguna queja de ti.

Qué gracioso el suegrito de Fina

El motivo real de la reunión se revela pronto cuando el padre de Marta, como si no supiera lo que Fina significa en la vida de su hija, empieza a hablarle de la tienda de Barcelona, diciéndole que es de las más bonitas que tienen y que debería visitarla. Da la casualidad de que en aquella tienda hay una vacante disponible y don Damián parece ofrecerle la plaza a Fina, pero cuando Fina intenta negarse, Damián se pone más firme afirmando que su partida seria lo mejor para todos; la dependienta, sin poder llevarle más la contraria a su jefe y viendo la estrategia que está usando al no hablar de su relación con Marta, decide asentir antes de marcharse del despacho, dándose por vencida.

Más adelante vemos a Marta entrar en la tienda, observando como una cliente se marcha un tanto disgustada mientras Fina y Carmen se encuentran en el mostrador. Fina parece afectada y es entonces cuando Marta pregunta qué pasa; Carmen, quien ve que su amiga no habla, le explica a su jefa el inconveniente con la clienta, pero Marta sabe que algo más ha pasado, y es ahí cuando Carmen le cuenta que Damián mandó a llamar a Fina a su despacho y se encuentra así de afectada desde entonces. Antes de marcharse para darles privacidad, Carmen cierra la puerta hacia el almacén, protegiéndolas.

Marta: Fina ¿qué te ha dicho mi padre?

Fina: Me quiere enviar a trabajar a la tienda de Barcelona.

Marta se sorprende antes de volver a hablar.

Marta: Barcelona, eso te ha dicho. No me lo puedo creer.

Fina: Pues no seas ingenua, Marta, sabíamos que podía pasar y ha pasado, ya está.

Marta: Y ya está no, cuéntame cómo ha sido la conversación. ¿Ha sido desagradable contigo?

Y esto último lo pregunta mientras toma la carita de su chica. Preocupada.

Marta: ¿Nos ha mencionado?

Fina: No, al contrario. De hecho, ha sido muy hábil, mucho. Ha empezado felicitándome por mi labor en la tienda y dice que por eso me envía a Barcelona para subir el nivel, luego ha dicho que me va a subir el sueldo.

Marta: Una estrategia muy típica de él.

Fina: Para apartarme de ti, Marta.

Marta: Por supuesto. No podía dejarlo pasar.

Fina: Los dos cara a cara sabiendo perfectamente lo que estábamos diciendo, pero disimulando.

Marta: Siento mucho que hayas tenido que vivir una situación así.

Fina: ¿Es que quién nos está haciendo esto? Nos van a separar, ¿no te das cuenta?

Marta: No, eso no va a ocurrir. No lo voy a permitir.

Fina: ¿Cómo? Si tu padre ya ha hablado con los de Barcelona y la decisión está tomada.

Marta: Me da igual. No lo permitiré.

Fina: ¿Y qué vas a hacer?

Marta: No lo sé, pero encontraré la manera.

Y se agarran de los brazos mutuamente buscando el contacto que logre darles un poco de calma. Juntaron sus frentes y respiraron.

Les quiero dar un abrazo muy fuerte a las dos

Al llegar a casa, Marta entra en el despacho y escucha a su padre nombrar a Serafina, estaba claro que estaba hablando con los encargados de la tienda de Barcelona. Pero antes de que pudiera concretar algo, Marta toma prisa y cuelga la llamada, haciendo enojar a su padre.

La rubia empieza a decirle a su padre que no puede tomar decisiones de la tienda por encima de ella. Porque Marta sigue creyendo en que puede encontrar un mínimo de humanidad entre tanto circo y apariencias. Y por supuesto, está equivocada. Damián le confiesa que ella tiene razón y él no sería capaz de denunciarla, pero la persona que le envió las fotos sí lo haría con tal de sacarla del camino en la empresa. La información le confirma a Marta que el que está detrás de todo lo que les está pasando es su hermano Jesús. Damián, como siempre lo hace, se aprovecha de la situación para decirle que solo trata de protegerlas enviando a Fina a Barcelona, y Marta que todavía no termina de procesar que su propio hermano le esté haciendo tanto daño, no sabe que más decir.

 

Capítulo 136: El capitulo para nuestras chicas empieza con Fina en la colonia encontrándose con su padre, al que le pregunta si se iría con ella a Barcelona, pero Isidro no entiende nada, entonces su hija le explica la situación y la propuesta/exigencia de Damián.

Isidro entonces cree que Damián no las está castigando, sino que está tratando de solucionar lo que para él es un problema. Y entonces, muy al contrario de lo que pensábamos que haría, Isidro anima a Fina a irse de Toledo, pero negándose a irse con ella, ya que todo lo que conoce como vida está en Toledo.

Lo siguiente que vemos es a Marta buscando a Fina en la tienda y encontrándola en el almacén, así que para disimular y poder hablar con ella, se pone a reponer frascos en los estantes, quedando frente a Fina.

Fina: Marta, la cara que traes no presagia nada bueno. ¿Has hablado con tu padre sobre lo de Barcelona?

Marta le cuenta la conversación que había tenido con su padre la noche anterior, le dijo que había intentado hacerle entrar en razón, pero había sido imposible hacerle cambiar de opinión. Fina también le confiesa que le ha contado a su padre y que este habló con Damián también para tratar de hacerle entender, pero fue en vano. Fina tiene la seguridad de que Damián hará lo que sea para separarlas.

Marta: Es más que eso. Intenta protegernos. Por eso me quiere alejar de ti.

Fina: ¿Protegernos de quién?

Marta: De la persona que le ha enviado las fotos, que es mi hermano Jesús.

Fina entonces se pregunta lo mismo que nos preguntamos todas, de verdad don Damián no puede ponerle un freno a las ambiciones de su hijo? Al final de cuentas, la fábrica es suya.

La morena llega a la conclusión de que, si el de las fotos fue Jesús, entonces nada malo le pasará a Marta porque no seria capaz de mandar a su hermana a la cárcel, pero ya Marta no está segura de lo que sería o no capaz su hermano mayor. Sin embargo, lo que le preocupa a Marta son las represalias que podría tomar Jesús contra Fina.

Marta: Fina, yo, al fin y al cabo, soy su hermana. Tú no eres nadie para él.

Fina: Marta, el daño ya está hecho, porque si yo me tengo que ir, me tengo que ir sin ti y sin mi padre.

Las palabras de su chica la afectan, y solo puede escuchar cómo Fina habla de la soledad que le espera si es obligada a marcharse a Barcelona. Porque lo deja claro una vez más, ella no quiere irse.

Fina: Estoy muerta de miedo, Marta. Tú dijiste que lo solucionarías.

Marta: Yo también estoy muerta de miedo. He intentado hacer todo lo posible. Creo que lo mejor ahora seria esperar a que las cosas se calmen.

Fina: ¿Esperar?

Marta: Ahora mismo no sé qué más podemos hacer.

Quiero una máquina del tiempo solo para viajar al 58 y traerlas al presente para que puedan vivir sin tanto miedo

Más adelante, vemos como Marta llega a la casa grande y nada más ver a Jesús en el despacho, entra como un torbellino para pedirle explicaciones.

Marta: ¿Por qué me estás haciendo esto?

Jesús: Tranquila, hermana, no sé de qué me hablas.

Marta: ¿A qué estás jugando?

Pero Jesús decide seguir con su papel de cínico, negando conocer de qué le está hablando Marta, incluso cuando esta le menciona las fotos que les ha mandado a hacer con un investigador privado.

Marta: No vas a poder conmigo, ¿me oyes? No me voy a rendir. Has cruzado un límite imperdonable. Me podía esperar cualquier cosa de ti, pero has violado mi intimidad, mi vida privada. No te lo voy a consentir.

Jesús sigue sin alterarse y decide empezar a darle lecciones a Marta de lo que es ser un buen De la Reina, afirmando que ellos no tienen vida privada, que para ellos la empresa es la familia y la familia la empresa. Pero, por supuesto, Marta no está de acuerdo con eso y así se lo hace saber a Jesús, quien le responde que ella y Andrés nunca han entendido lo que conlleva cargar con el apellido y no han mostrado el compromiso necesario.

Marta: ¿Quieres guerra? Tendrás guerra. Pero deja al margen a Fina.

Jesús: ¿A Fina? Pero ¿qué tiene que ver Fina con esto?

La insistencia de su hermano en negar su culpabilidad, desesperan a Marta, quien pierde la compostura que había logrado mantener y se lanza a golpearlo, pero Jesús la toma de las muñecas.

Marta: Si le haces daño a Fina, te juro por mi vida que acabo contigo. Encontraré la manera y te haré pedazos.

Jesús, quien parece tomarse en serio la amenaza de su hermana, esta vez le pregunta que por qué le importa tanto Fina, dando a entender que solo se ha enterado de la relación de su hermana porque ella sola lo ha admitido. Entonces le dice a su hermana que le provoca pena y asco, desatando de nuevo la furia de Marta, quien le voltea la cara de una bofetada.

Sin embargo, después de mostrar su lado más protector, que puede rozar lo oscuro, con tal de cuidar a Fina, parece quebrarse al escuchar a su hermano decirle que es el “garbanzo negro” de la familia, y que debería apartarse ella sola para no causarle más vergüenza a los De la Reina. Pero, aunque las palabras la hieran, Marta se marcha aguantando las lágrimas y sin agachar la cabeza. 

La humanidad de Jesús es equivalente a la cantidad de pelos en su cabeza. Es decir, es inexistente

Después vemos a Marta en el despacho de la empresa, donde recibe a su padre con preguntas del por qué ha sido excluida de la reunión de la mañana, diciendo que le gustaría seguir sintiéndose parte de la empresa, y después de un par de comentarios irónicos por su parte, decide no darle el gusto a su padre, faltando en la reunión con nuevos proveedores. En eso suena el teléfono y Damián le dice a Isabel que deje pasar a la persona que lo busca. Una vez cuelga la llamada, Damián no deja de ver a Marta, quien no entiende qué está pasando, hasta que ve a Fina entrar por la puerta.

Damián: ¿Qué necesitas, Serafina?

Fina: Venia a informarle de que después de valorarla, me veo obligada a rechazar su oferta de irme a Barcelona.

Marta voltea a mirar a su chica con cara de asombro. No da crédito a lo que está viendo.

Damián: Me temo que quizá ayer no me expliqué bien. No se trata de una oferta. Es la única oportunidad que tienes de seguir en esta empresa. Según tu contrato, tienes que acatar los cambios que marque dirección.

Fina: No me voy a ir, don Damián.

Damián: ¿Quiere decir eso que te marchas de perfumerías De la Reina?

Fina y Marta se miran en ese instante, antes de que la dependienta de su respuesta.

Fina: Pues si es el único remedio, sí, lo haré. Pero los tres aquí sabemos lo injusto que es y las razones que le han hecho tomar esta decisión.

Fina Valero Izquierdo, plantándole cara al dueño de la empresa y padre del amor de su vida.

La carita de Marta lo decía todo, le rogaba a su padre con la mirada que entendiera las palabras de Fina.

 

Capítulo 137: Retomamos en el despacho y Fina está decidida a que don Damián entienda que si ella se marcha, no solo le afectará a ella, sino también a su padre, quien no está en condiciones de preocuparse por nada.

Fina: Mire, don Damián, que me parta a mí en dos de acuerdo, pero no le consiento que haga daño a mi padre.

Marta: Lo veo de la misma manera.

Marta intenta intervenir, pero es callada por Damián, quien le pide que guarde silencio si quiere permanecer presente en la reunión. Luego le dice a Fina que ha sido un buen intento usar a su padre, ya que el le tiene mucho aprecio, pero que la decisión ya esta tomada y es irrevocable.

Marta: Padre, por favor.

Damián: ¿Me vas a obligar a que te pida que salga del despacho?

Fina: Don Damián, no me voy a ir.

Damián: No encuentro otra opción, Fina. O te vas a Barcelona o…

Fina: Dimito. Dimito, ahora mismo. ¿Porque sabe qué, don Damián? Que yo no me voy a separar de mi padre ni voy a cambiar de vida porque estoy muy orgullosa de ser como soy.

¿Un monumento? Esta mujer merece un altar en todas las casas de sáficas que existan

Marta mira con una sonrisa de orgullo como su chica se va del despacho, sin darle opción a su padre a responderle y dejándole claro que nadie la castigará por ser quien es. Damián observa la cara de orgullo de su hija y este se acerca a la mesa donde ha permanecido Marta durante toda la escena.

Damián: Has sido tú la que le ha dado alas, ¿verdad?

Marta: Fina no necesita que nadie le diga lo que tiene que hacer. Ya ha visto que sabe tomar sus propias decisiones. Las dos vamos siempre de frente. Si no sabe apreciar eso, es su problema.

Damián: Si fueras un poquito más inteligente, aconsejarías bien a esa chica.

Marta: Fina está luchando por lo que quiere. Y yo voy a hacer lo mismo. Aunque a usted le duela.

Nuestra rubia se dirige al dispensario para visitar a Jaime y, después de asegurarse de que su amigo se siente bien, este le pregunta cómo se encuentra ella, Marta trata de mentirle diciéndole que está bien, pero son muchos años juntos y Jaime sabe que no lo está.

Jaime: Es por Fija ¿no? Tu padre sigue con la idea de enviarla a Barcelona,

Marta: Y fina se ha negado a irse. Por eso estoy tan preocupada, porque no sé qué rumbo va a tomar todo a partir de ahora.

Jaime: Espera, ¿se lo ha dicho tal cual? ¿Así?

Marta: Estaba yo delante. Tendrías que ver con qué valentía y qué claro le ha dejado que no va a separarse ni de su padre ni de mí.

Marta entonces le dice a Jaime que no va a permitir que Fina dimita, que si su padre la quiere echar, que lo haga, y que si se niega a ensuciarse las manos y la obliga a echarla a ella, entonces le retirará la palabra de por vida.

Marta: ¿Por qué ni siquiera puede mirar hacia otro lado y dejarnos vivir tranquilas?

Jaime: Marta, escúchame. Aceptar lo vuestro no es fácil. Requiere su tiempo. Mírame a mí. Y si hay cariño y amor de por medio es más complicado aún.

Marta: A mi padre solo le importa la empresa. Bueno, y las apariencias. Y quizá mi seguridad también.

En ese momento la rubia le cuenta a Jaime quien está detrás de todo, y Jaime, quien había hecho un acuerdo con Jesús para proteger a Marta, se da cuenta que su cuñado a fallado a su palabra. Le pregunta a Marta que piensan hacer Fina y ella, pero Marta no tiene una respuesta clara. Sabe que lo más seguro para Fina es marcharse, pero es injusto que tenga que renunciar a su chica cuando más la necesita.

Marta: ¿Te das cuenta de lo horrible que es estar haciéndole daño a la persona que más quieres?

Jaime: Ey, ey, ey, tú no has hecho nada, mi vida. Ha sido el miserable de tu hermano y esta sociedad retrógrada. Te juro que jamás pensé que tu hermano podía ser tan mezquino.

Marta: No tiene límites.

Jaime: Pues alguien habrá que se los ponga.

Los amigos se dan un abrazo sincero y que tanto necesita Marta en este momento.

 

Capítulo 138: Después de haber sido manipulado por Damián, Isidro está seguro de que tiene que convencer a Fina para que se vaya a Barcelona. Aprovecha que está con su hija en la cantina para sacarle el tema.

Isidro: Damián me ha enseñado las fotografías. Es un padre preocupado por su hija, como estoy yo ahora mismo.

Fina: ¿Se puede saber qué le ha dicho para que le haya convencido de que ahora lo mejor es que me vaya lejos?

Isidro: No, no, no. Solamente me ha abierto los ojos. ¿No te das cuenta de que no necesitan más pruebas que esas fotografías para entrar directamente a la cárcel?

Fina: ¿Y no le ha dicho quién las ha hecho y por qué?

Isidro: Eso es precisamente lo más preocupante.

Pero Fina ha tomado una decisión y no pretende cambiarla.

Fina: Y si ellos quieren que yo no esté aquí, que me echen o que me despidan, que ya me buscaré yo otro trabajo. Pero yo no pienso dejarle ni a usted ni… ya sabe a quién.

Isidro: Vámonos, Fina, juntos tú y yo.

Fina: Ahora se quiere venir conmigo.

Isidro: Por ti haré lo que sea.

Entonces vemos un amago de duda en Fina, después de escuchar que su padre está dispuesta a irse con ella y que en sus últimos días quiere vivir frente al mar y que estén juntos, Fina comienza a dudar de su decisión.

Isidro: Hija, si no lo haces por mí, hazlo por… por ella. Tenemos que irnos de aquí, Fina. Por tu propio bien y por el de todos. Prométemelo.

 

No puedo dejar de mencionar lo subidísimo que tenía el guapo Fina en esta escena

Qué semanita de curvas más intensas, ¿no? Debo admitir que yo las estoy disfrutando, y mucho.

Mi teoría es que Fina no se marcha a ningún lado, pero sí van a llegar al limite de despedirse antes de encontrar la solución para evitar su marcha a Barcelona. Y si nos llegan a dar la escena de despedida, más nos vale preparar los kleenex, porque estas dos nos van a regalar una de las mejores escenas de la historia.

Lo digo desde hace varios resúmenes y lo mantengo, Marta acabará inmolándose por salvar a Fina, y cada vez que mencionan la cárcel se me hiela la sangre, pero tenemos que ir tomando la posibilidad como cada vez más probable. Sobre todo, cuando Jaime ya no esté.

Al final siempre me quedo con la misma sensación, y es de que nada va a poder con ellas. Quizás las podrán hacer pensar que no hay salida, pero un amor como el de Marta y Fina, siempre logra patear y arañar tan fuerte, que termina por romper cualquier muro que ose intentar distanciarlas.

Y de nuevo, la evolución de Marta de la Reina. No tengo palabras suficientes para alabar lo bien construido que está el desarrollo de este personaje, de lo orgullosa y feliz que me siento de haberla visto crecer. Y todo lo que nos queda todavía por descubrir.

Pero, por favor, hablemos de Fina Valero. Se me pone la piel de gallina solo de pensar que realmente existieron mujeres con esa valentía. Que gracias a ese arrojo y decisión de todas esas Finas del pasado, hoy somos más libres. Más fuertes.

Aún nos queda mucho que ver en esta historia, pero hoy tengo ganas de volver a agradecerles a Alba Brunet y Marta Belmonte por el increíble trabajo que están haciendo. Nos están regalando una de las historias de amor más bonitas de la televisión. Y ya no hablo solo de historias sáficas, sino de historias de amor en general. Porque muy pocas veces hemos podido disfrutar de una historia con dos personajes con tanta responsabilidad afectiva, con una comunicación tan asertiva y que se profesen tanto amor solo con mirarse. Una historia de amor sana, sin reproches, celos o terceras personas. Qué suerte estamos teniendo con las Mafin.

Y hasta aquí el ResuMafin de esta semana, chicas. Sigamos disfrutando de las curvas, que no son pocas las que nos quedan 🧁

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