Gijón, destino de un festival con muy buena vibra
17 de mayo de 2022El Vibra Mahou Fest 2022 reunió a multitud de personas en Gijón durante las dos jornadas del festival donde la música en directo fue la protagonista.
Los pasados 13 y 14 de mayo Gijón acogió la primera edición del Vibra Mahou Fest, la iniciativa de la marca cervecera por promover la música en directo. Asturias inaugura así la temporada de festivales de verano protagonizada por Tsunami Gijón, Metropoli o el Bombastic, entre otros. La primera edición del Vibra Mahou Fest tuvo lugar en dos jornadas intensas donde la música, la cerveza y las ganas de pasarlo bien no faltaron.
Que empiece la fiesta
El viernes comenzó la primera jornada del festival con los conciertos de Morreo y Cupido en la mítica sala Albéniz.
El dúo Morreo (Jose Carlos Luna y Germán Marchena) fueron los encargados de abrir la noche con la presentación de su primer disco Fiesta Nacional (2021). Ante un público aparentemente tímido, que pronto se soltó, cantaron canciones como “Pesadilla Pop”, “Bolero de la venganza” o “Fiesta!”, que pusieron rápidamente a toda la sala a bailar. Pero tras su estética sesentera, que contrasta con sus ritmos pop electrónicos, encontramos un lugar para la tradición flamenca y para la ternura. Así lo demostraron dedicándole una balada homenaje a su mejor amiga, Nadia, con la que se despidieron por todo lo alto.
Una vez que los ánimos ya estaban calentados y los cuerpos se habían soltado, llegó el turno de Cupido. La banda revolucionó a un público con muchas ganas de fiesta desde el minuto uno en que subieron al escenario, donde comenzaron a sonar los primeros acordes de “Se apagó”, canción con la que abrieron el concierto y que estará presente en su nuevo disco. El grupo hizo un repaso a su corta pero intensa discografía, poniendo al público a saltar al ritmo de “Galaxia”, “Telepatía”, “Santa” o “No sabes mentir”. Ante una sala completamente enamorada, el vocalista (Pimp Flaco) decidió improvisar acapella evitando así el clásico momento de silencio mientras el resto de músicos afinan.
También hubo momento para las palabras, agradeciendo en todo momento al público su entrega y sus ganas de divertirse. Y es que no hubo canción que no coreara toda la sala o, por lo menos, que no la pusiera a bailar. Así fue que, tras anunciar el fin del concierto, todo el público comenzó a gritar eso que todos los asturianos hacemos cuando no queremos que la fiesta termine: “otres tres”. Y aunque no cantaron tres canciones más, sí que el grupo volvió a subirse al escenario para despedirse por todo lo alto con “Tu foto”.
Que no pare la música
La segunda jornada del festival tuvo lugar el sábado en el Recinto Ferial Luis Adaro, conocido por acoger durante el mes de agosto la Feria de Muestras de Gijón.
El pabellón central del recinto se convirtió en toda una pista de baile ante un inmenso escenario, photocall, y una zona chill out con mesas para descansar y disfrutar de las delicias de los foodtrucks, ubicados en la zona exterior. La jornada fue abierta por el Dj David Salvaje quien, durante una hora, calentó los animos para recibir al primer grupo.
Nunatak fueron los encargados de inaugurar los conciertos del día con canciones como “Hoy” “Viento del sur” “Disonancia perfecta” o “Romper el cielo” que fueron algunas de las que pusieron al recinto a cantar y a abandonarse a los ritmos rock y folk. Tampoco faltaron los agradecimientos y el homenaje a la tierra y a las cosas que nos hacen felices con “Sol y Sal”. Sin duda toda una carta de presentación de una jornada que se presentaba como intensa y prometedora (y que no defraudó).
Una vez terminado el primer concierto, Edu Romero, con su dj set, amenizó la espera de unos Delafe que no se hicieron de rogar. Un ordenador, dos micrófonos y el calor del público bastaron para que los catalanes llenasen el pabellón central de amor con su rap electrónico lleno de sentimiento. Y es que, efectivamente, bailando hasta el espíritu se pone blando, sobre todo si suena Delafe.
Pasada la hora de comer, el Dj set de Melo Soho aumentó los ánimos de un festival que, poco a poco, se iba llenando. Unos ánimos que el público demostró en el concierto de Sienna. Hipnóticos y enérgicos, así salió al escenario el grupo valenciano que cantó canciones de su último álbum, Melancolic (2021), así como de Tiempos de impacto (2020) y Trágico y fugaz (2017). Sin duda no dejaron a su público «anestesiado». Un público que, tras el concierto, volvió a la zona chill out, donde Dj Mediocre hizo todo un homenaje, por partida doble, al indie con canciones de Rigoberta Bandini, La La Love You o Lory Meyers que pusieron a todos a bailar y cantar. Incluso hubo momento para pinchar a Raphael y su Gran Noche tecno.
Sin duda una digna antesala para llegar al ecuador del festival, protagonizado por Natalia Lacunza. Y es que quién mejor para calmar un poco el ritmo y homenajear la bajona que la que fue la primera finalista de OT 2018. “Gata negra”, “Nuestro nombre” o una sentidisima “Nana triste” al piano con Ganges, fueron algunos de los temas que todo el pabellón cantó a coro con la artista, quien, llena de dulzura y emoción, no dejó de agradecer la entrega del público.
Y tras bajar el ritmo, y dejar a todos con un sabor de boca inmejorable, llegó el turno del Dj A. Sputnik, quien volvió a levantar los ánimos para recibir a unas enérgicas Ginebras que combatieron la bajona como solo ellas son capaces de hacer. Coloridas y divertidas hacen a cualquiera olvidarse de que todas nuestras ex tienen novio y lo ponen a bailar al ritmo de “Chico pum” o “Paco y Carmela”.
Arde Bogotá fue el último grupo en actuar ante un pabellón repleto de gente que coreó todas sus canciones y que bailó como si no hubiese mañana ante la llegada de La noche (2021). Cercanos y cálidos, su vocalista no dudó en bajar del escenario y cantar junto a un público entregado con muchas ganas de fiesta.
Pero el broche de oro y punto final del Vibra Mahou 2022 lo pusieron ELYELLA. Con un show protagonizado por la performance y la música electrónica, los djs ELLA y MØNØ remataron a los agotados pero felices asistentes al festival. Finalizando una jornada de más de doce horas de música en directo ininterrumpida, difícil de olvidar para muchos.